Cubel es una compañía colombiana que interpreta la moda masculina desde una perspectiva contemporánea, latinoamericana y experimental, al construir el maridaje perfecto entre lo urbano y lo artesanal.

El creador de la marca es Humberto Cubides.

Él es el alma y cabeza visible de la compañía.

Nacido en Barbosa, Santander, no olvida sus raíces.

Al contrario, se ha encargado de generar empleo en ese municipio, de menos de 200 mil habitantes, pues es allí donde se originan muchos de los bordados presentes en prendas masculinas que han conquistado las pasarelas internacionales.

La sostenibilidad hace parte del ADN de Cubel.

“Las piezas tienen una intervención artesanal”, señala Cubides.

Y explica que sus tejidos están hechos de “fibras naturales, ecológicas y recicladas, con procesos que transforman su apariencia”.

De acuerdo con Humberto Cubides, su compañía tiene políticas de sostenibilidad ambiental que siguen con compromiso y determinación.

“Como una marca de diseño de autor, producimos bajo la demanda de pre-order, por tanto, no mantenemos un inventario muy grande de prendas. Hacemos una selección apropiada de materiales amigables con el medio ambiente, reutilizamos textiles y evitamos el desperdicio masivo de tela”, destaca.

Más allá de la calidad, innovación y medidas en favor de la conservación ambiental, en Cubel las prendas cuentan historias e incluyen toda una narrativa que reivindica los saberes ancestrales latinoamericanos.

“Estas piezas narran historias inspiradas en mitos e historias de culturas indígenas de América Latina, que representan una gran parte del patrimonio cultural de nuestro continente. Esta mixtura cultural y estética forman la identidad de Cubel”, indica.

Según relata Cubides, la exaltación de la cultura indígena hace parte del concepto mismo de la marca.

“Trabajamos con comunidades artesanas e indígenas en colecciones específicas. Parte de nuestro trabajo es aprender de estas comunidades, promover la remuneración digna de la labor artesanal y, así mismo, valorizar el trabajo de la cadena de valor”, afirma.

Otra puntada que vale la pena resaltar de este círculo virtuoso tiene que ver con la generación de empleo y oportunidades en Bogotá, en Cundinamarca y en Santander, específicamente en Barbosa.

La creatividad de Humberto Cubides, sumada a las laboriosas manos de indígenas y artesanos de dichas zonas del país, han llevado a la marca hasta el otro lado del mundo.

Han exportado a destinos como Australia, España, Estados Unidos, Francia, México y Reino Unido. Y han participado en eventos en Tailandia, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, entre otros.

Actualmente, alrededor de 35 por ciento de la totalidad de sus ventas totales son internacionales.

Cubides es consciente de que han llegado lejos, pero sabe que aún tiene un gran potencial por capitalizar.

“Es importante seguir trabajando en lo que creemos, valorar nuestras ideas, confiar en nuestra intuición y persistir. Crear una marca es un viaje que no termina, es una construcción diaria que necesita de mucho tiempo, dedicación y esfuerzo. Pero sobre todo ética”, concluye.